Me hundo en melancolía.
Parece que caigo en mi ser taciturno.
Busco ser y entender pero las inmensas divagaciones nocturnas no me sueltan.
No doy un paso hacia el vacío, sin embargo, salto.
Cada madrugada de 12 a 3 salto y me fracturó.
Cada madrugada soy una barbaridad, nada cuerda y sin paz.
No doy tregua, tampoco doy mas.
Mi tormento se asombra al sentirme despertar, otra madrugada, sintiendo demás.
Otra madrugada, otra más.