Igman Fermont

Raíces de la noche

 

De esta agradable luna naranja,
te vi desenredar tu cabello mojado
más húmedo que mi amor volado,

 

en estos colgantes sonrojados
de la noche, que giraban lúcidos
como roles de canela, 
apenas 
glaseados por la madrugada,

 

por hilos de luces de haber y
estrellasdonde tu crin caía como
una perla fugaz en mis manos;
de tiempo y sangre pausada.

 

Ah, mujer de hombro pegado
a mi pecho: tu cabellera toca
la huella de mi aliento y me lleva
como la ola entre el viento,
entre todos sus huecos,
más húmedo 
fue tu cabello
y aquí quedó, mi tifón
—calmado
y quieto— 
como un largo ensueño.