Ricardo Nanjari

La escuela

Y ahora me pregunto,
¿dónde estaban mis maestros?
¿quién era yo en esos días?
¿Por qué no supe de Tarde en el hospital
de Perito en lunas o de Cantos ceremoniales?

Dibujé siempre el mismo río
entre las montañas con árboles,
el mismo que me enseñó mi padre a los ocho años,
mientras Picasso pintaba El rapto de las sabinas.

¿Dónde estaba mi profesor de Música 
y dónde Miles Davis con su extraña tristeza?,
sólo recuerdo al profe de Historia persiguiendo alumnos con un puntero
en vez de hablarnos de Valentina Tereshkova volando al espacio o de Martin Luther King y sus protestas.

Estaba el de Lenguaje poniendo acentos que rompían mi alma
y no supe de Bertrand Russell o la masacre de la Plaza de Mayo,
las piernas de la Miss de Inglés, eso sí, entre tanta palabra difícil
serán inolvidables.

Tampoco estuvieron presente los filósofos

ni ser ni tiempo, ni Sartre ni Beauvoir,

¿qué hace falta para pensar?

estar sentado en el pupitre dibujando siempre el mismo río.

Aprendí a sumar y a resolver ecuaciones de primer grado,
por eso mis poemas también lo son,
ecuaciones con infinitas soluciones
incógnitas de maestros perdidos y muertos,
ecuaciones sin solución.