angelcesar

Desierto

DESIERTO

Desierto, no castigues a un corazón en pena
si sabes que fue en vano el agua en abundancia,
y ahora ves la sed, el hambre, el sol y arena
fundidos con tu piel, sin arte, en asonancia.

Fue el caos que ofrecía las noches, la condena
de ver en las oscuras tormentas la distancia
entre un claro relámpago efímero en la escena
de caer y apagarse hundido en la arrogancia.

No es justo, si es el precio por tanto desacierto
eleva entre tu manto los restos desarmados
y ofrece sus cenizas si quieres que esté muerto.

O viendo que agoniza ofrécele pintados
colores llamativos llevándolo a otro huerto
en donde su latir persista entrealambrados.

Y olvida sus pecados
pasibles de punir con toda tu crueldad,
libéralo, si puedes, de esta soledad.