¿Cuántos caminos?
¿Cuántos senderos?
¿Cuántas huellas?
he visto caminos hechos a mano,
y esa mano, mano esclava,
confeccionar máscaras,
mentira mostrada como una verdad,
rostro inexistente,
hecha de dolor más y más silencioso,
que los musgos del fondo del mar,
cuando subiremos a la superficie,
si las manos cerradas, te atan al fondo.
el llanto, más alma que cuerpo,
máscaras pisadas sin huellas,
¿abrir un camino sin huellas?
como alma que vaga en una burbuja,
vuela en la libertad aparente…
En este lugar…errante,
No hay respuestas, estado de confusión,
alguien sostendrá, quizás los mismos,
la espada que clavara tus sueños,
los desangra y se bebe tu alma,
desangrado y sin alma,
pájaro perfecto,
cómplice de una vida vulnerable,
cambiamos de lugar la muerte.
Así no puedes amar,
Así te has alejado de la tierra,
Así cambiamos solo la apariencia,
del mismo temor,
que se construye la ciudad,
habitante.
Huellas, solo huellas,
El virus consume
vertiginoso,
lo que hombre guarda como límite,
el asombro de sus vivencias
el asombro de un amor,
el asombro de las manos,
atrapando el sol que las entibia,
cómo perderlo si es miel,
del resto de los años, vida.