Desde la cima de este mundo
siento el frío que hiela mis huesos,
la sombre del ave que habita mi espacio
y al noble escarabajo que muere a mi paso.
Aquí, donde sólo mis anteojos ven tu presencia
donde pretendo tocar el cielo
y ese frío insistente me mantiene despierta
yo... habito tu recuerdo.
Tomo el aroma de tu café,
camino en el desequilibrio
de todo lo pude y dejé de hacer
cocino la palabras mudas de amor
que se quedaron impronunciables
en este horno falto de calor.
Me siento en el recibo de mi estancia
te pienso en los recuerdos andados
y me arrepiento...
me arrepiento del tiempo malgastado
y no te olvido,
No olvido la tristeza que dejaste
porque en ella...
te quedaste.
De: BLANCO Y NEGRO. IBSN 978-3-639-53533-4