Aunque inconscientemente sigo buscando el amor, sigo huyendo de eso y puede ser probable que alguna vez me recuerdes y tengas curiosidad por mirarme, se te enciendan los ojos pensando en la posibilidad que puedas ser tú; he vuelto a buscar al amor de mis sueños en miles de miradas desconocidas y si me estás leyendo es porque todavía no lo hallé...
Sigo sin creer que el amor sea algo físico, creo firmemente que se encuentra más allá del corazón, en el alma. Si algo me enseñaste es que el amor es algo que sobrevive al apagón de las cenizas...
He decidido protegerme estando ocupada constantemente, así no mirarte, así no verte, así... no sentirte. Es de la manera que no ocupándome en algo que me pueda romper, no me romperá nunca...
Quizá eso le pasó al que de él aprendí a hacerlo, del que fui escogiendo gestos y palabras que jamás podré desprenderme de ellas, del cual aprobé con notable la asignatura de indeferencia indeseable que ahora ocupa un sitio en mi existencia hacia los demás...
Lo sabes, soy nocturna, pero de esas que se entretienen mirando las estrellas y escribiendo poemas para ellas inspirándose en la madrugada, de las que le gusta sentir el frío viento traiga palabras bonitas o susurros de lamento, soy de esas que no se emborrachan, y la noche las engancha para esconder melancolía, entonces es cuando la soledad se despacha y cruelmente dice que tu alma no será mía...
Ya no quiero que tu seas mío ni yo ser tuya, no quiero construir un nosotros, no quiero... no quiero un vínculo que nos haga entristecer al plazo que sea, solamente quiero magia, quiero rozar la luna, quiero contemplar esas estrellas, que me vuelvas loca, que me lleves a miles de kilómetros surcando caminos perdidos, que suene nuestra canción, porque es lo que tiene que sonar... y como buena adicción de adrenalina, quiero que seas mi droga, y me escondas el alma en el corazón y la expulses en cada suspiro, siempre te hice especial, y quise haberlo sido para tí también...No es menos importante nuestra química por no ser el uno para el otro...
Prometo escucharte si algún día quieres desahogarte, mirarte como solamente sé hacerlo, abrazarte... solamente te pido que no vuelvas a hacerme daño, que no desangres mi corazón como si de humillar se tratase, que no muerdas mi alma, y que todo lo que hagamos sea con calma, quiero que me recuerdes como esa loca que quería escaparse contigo cuando alguien te pregunte si crees en la magia del destino...
Y yo en mi soledad, simplemente quiero, quiero un loco, que me de vida y me deje menos cuerda en éste mundo de incoherencias e injusticias en el que nos ha tocado vivir; pero mi ángel... no vuelvas a querer enamorarme porque ya no creo en el amor, aunque si quieres puedes demostrarme que no eres el malo de la película que creo que eres, y así, tal vez pierda la partida y puede que tú acabes ganando, porque en el fondo mi alma sabe que eras tú, que éramos nosotros, porque cuando me acercaba a tí en la distancia, no importaba nada de lo que ocurriese a mi alrededor, porque supe la primera vez que te ví, que ibas a hacer explotar el desastre del caos que llevaba escondiendo tanto tiempo, y lo fuíste, joder si lo fuíste, y te prequise sin dudas pero al final no pudimos ser...
Hay veces que las personas aparecen en la vida por algo y al final se van porque no se pueden quedar, yo nunca te odiaré por volver a hacer que crea en el amor, ni por hacer que ya lo aparte a un lado, por haberme ilusionado de nuevo, y luego caer por el precipicio, por no creer en la distancia y saber que en ella también se puede, no puedo odiarte... pero debo salir del bucle que me enferma y a la vez me sana cada vez que me invento a través de tí una mínima esperanza, me debo todas las noches que te dediqué en cuerpo y alma, de todas las lágrimas y tristezas que por tí pasé, no te puedes imaginar bien...
También me debo cada poema que te he escrito, cada vela que encendí en la oscuridad para alumbrar un camino que nunca llegamos a andar, me debo el recuperar el espacio de mi mente en el que todavía sigues de okupa...
Me debo el no volver a confesar mis secretos, para tí en forma de bala, que cuando vienen mal dadas cargando la pistola aprietas sin consecuencia el gatillo...
Y posiblemente vuelva a equivocarme e ilusionarme por alguna pequeña tontería, para largarte por el mismo sitio que viniste, destrozándolo todo... he estado buscando un amor imposible y sigo arañando mi alma con tus recuerdos al viento, que se estancaron cuando pensaba que era un amor que nada pararía...
Y puede que vuelva a equivocarme, pero sé que tu eres de silencios a gritos, impredecible, y capaz de romper con todo sin despedirte si lo has advertido y no te han escuchado...
Por todo ésto y mucho más, me debo lealtad a mi misma, me debo volver a sentir la felicidad que experimenté de lejos contigo, me debo tantas cosas que no sé si me queda vida para pagarme los créditos...