A veces esposo mío, me canso de reír y soy pluma al viento, se me acaban las ganas de ser una estampita de los años 50.
A veces mi niño mamá se cansa de ser, de tener siempre que estar y de cumplir su deber.
A veces amigo mío, no quiero ser paño de lágrimas, no quiero oír tus historias.
A veces solo aveces los payasos de mi circo entran en huelga.