José Luis Barrientos León

Rauda amiga cómplice

 

 

En la memoria de mi alma guardo tu ultimo abrazo

La sensación de tu piel concediéndole derecho a los sueños

Como a la lumbre se le concede derecho al incendio

Al deseo de huir en tus sonrisas, a la sensación de vivir en tu mirar

 

Quisiera acelerar el paso de los días, para acercarme de nuevo a tu mejilla

Para saciar la espera de tu aroma, para creer que sí, aún siendo imposible

Un abrazo cómplice, un seísmo intenso, una sensación de espera

Un canto del viento, un poema, para dejar inerte la soledad sin más demora

 

En la memoria de mi alma guardo la última sonrisa

El sonido de tu voz que araña el recuerdo, con la ternura y la luz de tu mirada

Seré ave que llega al mar, a contemplar el infinito de tu alma

Para ahitar mi piel de tu ternura, para gritar de pie, será mañana

 

Quisiera poder volar a las alturas para imaginarte angelical y yo profano

Contemplarte virginal entre mis dudas, hasta desnudar mi memoria con tu aroma

Tengo la evocación que será mañana, cuando la mariposa morphos sea galaxia

Y la sensación de mi piel en carne viva, alcance la paz con tu abrazo.