En la memoria de mi alma guardo tu ultimo abrazo
La sensación de tu piel concediéndole derecho a los sueños
Como a la lumbre se le concede derecho al incendio
Al deseo de huir en tus sonrisas, a la sensación de vivir en tu mirar
Quisiera acelerar el paso de los días, para acercarme de nuevo a tu mejilla
Para saciar la espera de tu aroma, para creer que sí, aún siendo imposible
Un abrazo cómplice, un seísmo intenso, una sensación de espera
Un canto del viento, un poema, para dejar inerte la soledad sin más demora
En la memoria de mi alma guardo la última sonrisa
El sonido de tu voz que araña el recuerdo, con la ternura y la luz de tu mirada
Seré ave que llega al mar, a contemplar el infinito de tu alma
Para ahitar mi piel de tu ternura, para gritar de pie, será mañana
Quisiera poder volar a las alturas para imaginarte angelical y yo profano
Contemplarte virginal entre mis dudas, hasta desnudar mi memoria con tu aroma
Tengo la evocación que será mañana, cuando la mariposa morphos sea galaxia
Y la sensación de mi piel en carne viva, alcance la paz con tu abrazo.