Hay cierta zozobra reptando sigilosa
en la casa del ayer que no fue mía
anida en los rincones
se adhiere a las paredes
se expande, se hincha
acecha, se adueña
Se cuelga de la mano trémula
estremeciéndola
con el frío intenso que le aguarda
la mano que no quiso ser mi guía
se encarama en los árboles
desnudándolos de hojas
pudriendo el fruto en ciernes
impregna la comida, las ropas
olfatea cual sabueso las huellas
sigue sus pasos titubeantes
su cuenta regresiva
está presente en esa casa
la que tuve y no fue mía
en el aullido nocturno de los perros
en el canto de los grillos
en el aleteo del insecto que se cruza
en las sombras que oprimen
los sueños enfermizos
está presente jalando del hilo
sorbiendo el aliento entrecortado
que pugna por permanecer
está presente entre la hojarasca
bajo cuya capa llama a sus entrañas
está presente en el espejo que refleja
la mirada traspasada, sobrecogida
la mirada que no supo ser amiga
está presente, cada vez más cerca
en la casa y en la calle
en el aire y en el agua
en su cabecera se acomoda
susurrando cada día: \"partirás\"