Las imágenes no pueden
Vivir por si mismas,
Son endebles sin palabras,
No hay moraleja en sus vitrinas,
Efímero y borroso retrato en la retina.
El arte visual esta hecho para ser desechado,
Y encuadrado en el olvido de vánitas.
Como los primeros Mandalas hindúes
Se trazaban durante meses en arena
Para luego borrarlos de un soplido
O soterrarlos en la oleada primera.
Simbolizando lo fugaz de las formas
Que sin elocuencia no tienen trascendencia,
Apenas mímesis de naturaleza muerta
Las imágenes todas, futuro abono para la tierra.
La escritura es lo único que desobedece
En el arte al modelo de la natura,
Pues nunca podrías
Levantar inanimadas piedras
Y hallar bajo ellas poesías.
Cristalizaciones en las lenguas
Vibrando en nuestras cuerdas
Hacen su materialización
Con prístinas sustancias propias
Que duran más que la vida misma
Cercada por un siglo temporal
Un destello con sello humano
Nuestra huella dactilar
En las cavernas.
La oratoria de tragedias y de gloria
Plasmada perpetua
Como emblema de victorias.
Las palabras decantadas
Han logrado su vida eterna,
Como joyas de sonido
Dándole a nuestra existencia
La cúspide de su sentido
En lo etéreo y cuando acontece
Su carencia silenciosa,
El mutismo del poeta
Que reposase en lejanas
Inspiraciones arcanas
En su elemento, para las estrellas
De odas aun no creadas
Efusivas como heladas,
Es un misterio que no ha sido resuelto.
Nunca faltará quien
Quiera hacer de su encanto
Una jaula para oír recitarlo,
Y acabe sacrificándose
Por aquel rutilante
Y lírico cántico.
Desde el valle del Rhin
Es un bucle pasional sin fin.
La dicción es lo único
Con sublime sustento
Que decreta y oprime
Que deleita y altera
Que embellece y deforma
Que seduce y desaira
Como alfiler invisible
De punción letal
También como antídoto
Contra veneno fatal
Así como panacea
De placido alivio total.
Y también la voz
Como función vital
Para lo humano consagrar
A la hora de la hoz
Repelente del final
Es la poesía terrenal
Un canal para ser inmortal.
Y cualquier impresión sonora
De un túnel vocal
Puede decir más que alguna
Postal encuadrada
Que tras el arremetimiento
De un violento viento
Se habrá de extinguir desdeñada.
Lo pictórico como extracto
De barro y fango
Reclama este su substrato
Y extravía por siempre
En sus arenas movedizas
Al destierro óptico en ipso facto.
Simbolizando lo efímero en las figuras
Sin llama primera no tienen incandescencia
Apenas chispas de vánitas,
Y apagasen sus brillos triviales,
Que por superfluo en lo profundo
De un pecho no pueden cavar
Más si anidar y ahondar
En la sepulcral tierra de las terminaciones.
Las imágenes vánitas todas, futuro fertilizante
Estéril para naturaleza muerta.
JULIETA IALLORENZI
PATENTADO EN SADAIC Y DNDA
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