La caducidad litúrgica del bar
refugia a esta piel ajada en soledad
todo cuanto cubre, prescribe en ella.
Con lasitud comienzo a trasegar,
centésimas de un verso en la cavidad
topacio vertical de una botella.
Afuera, nadie debe darse por seguro,
Vuelan en nocturnidad: murciélagos,
en combate aéreo con los drones,
extienden inmunidad a los zamuros
salubridad local de este archipiélago,
para recolectar con grandes cabras
osamentas enmohecidas por chatarra.
—!No señor¡ !ninguna madrugada es infinita!
ha dicho un búho sin plan de vuelo
estacionario, sobre la torre de control,
mientras una paloma madre regurgita,
leche, desde el buche a sus polluelos.
Sobre la estatua ecuestre del libertador.
A la distancia indistinguible, en que la tierra
es mancha nebulosa, indeterminada cosa
cuyo símbolo vital es impredecible.
Un núcleo de eficiente maquinaria,rebota
ondas sobre la augusta superficie
de una formación sólida y remota
cuerpo sideral (incipiente) interceptada
y le reduce a un punto, coordenada,
sobre el eje gráfico de su abscisa.
La infortunada máquina en la eterna madrugada,
engendra en su alma de álgebras precisas
todas las pasiones y todos los desvelos
acumulados en radiación espectográfica.
En otro mundo, persisten obsoletas luminarias
como dientes de oro alumbrando desoladas avenidas,
los hombres y los pájaros en asilos preventivos
se lamentan, y los truenos desatan los silencios de tormentas,
el silencio de los magos, el silencio de los miedos
el silencio hipócrita de una tenebrosa conveniencia.
.
En los túneles se intercalan agencias medievales
alcabalas itinerantes, madrigueras de exorcismos.
Dormir es entregarse a la fiera del oscurantismo.
Retornan las antorchas y hogueras ancestrales.
La ciencia embarga nimios activos espirituales
en anuencia justiciera — máquina asesina—
Tarambana y propaganda, himno y bambalina
convertidores de progreso
donde todo hombre es un objeto
y todo objeto, tiene un precio.
Cada madrugada, la luz es trágicamente diluida
en aluminatos de estroncio; retenida
y expuesta en falaces alboradas,
el porvenir revoca todas las coartadas
al abismo irreversible de lo abominable,
los bares, rebosan de bohemios epistólicos
hacen de sí la madrugada — túnel infinito—
Incrustados los simientes somnifóbicos
...musito.