Desde que te amo,
y esto lo encuentro hermoso y lo amo,
vive esa suerte de mujer que amo,
para ver si la amo.
Y el hecho de que te amo,
que me imponían ser yo mismo y lo que amo,
cansado de odiar, te amo,
ahora recorro tramo a tramo.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo,
y la muerte yo la amo,
pues aquellos que mejor amo,
entre la raíz arterial del bálsamo.
Las raíces caminantes del bálsamo,
los ojos de los que amo,
amo la fuerza, y de la fuerza que amo,
y no sé, tanto te amo.
ARGON