Como una fértil primavera es el corro de niños
causan gracia sus ocurrencias ingenuas
en sus frentes brilla todavía la aureola
y en sus espaldas se notan los tenues surcos
donde encajaban ligeras las alas
Pero los adultos inventaron la guerra
y ese es un monstruo que todo devora
en la desquiciada mente del poderoso
en la mente psicópata del mercenario
en la indiferencia de quien se siente a salvo
no hay compasión para el llanto del niño
No sienten su sobresalto al retumbar el cielo
sin saber por cuál puerta el infierno se abrió
sus tímpanos habituados a las coplas de cuna
explotan ante cacofonías groseras
tanta ciencia, tanto recurso invertido
para lograr el más sofisticado estropicio
Después, cuando logra (si acaso)
salir de las ruinas tambaleante y herido
está la criatura ante una dantesca pintura
de la cual ahora él también es un trazo
pero eso no es justo, él es muy pequeño
¿cómo decirle que la creamos los hombres?
Sepultos y lejanos se oyen lastimeros gemidos
ni padre o madre a sus gritos acuden
el aire le raspa sus pulmones cual si estuviera
compuesto por densos y filosos guijarros
hacía allí había un mercado de frutas y flores
donde una banda tocaba los viernes
y por donde él corría espantando palomas
donde otros niños volaban cometas
y en una banca un anciano vendía helados
No sabe a dónde quedó todo eso
ni por qué las calles invaden moles de hierro
disparando sus pupilas mortales
hacia lo que aún permanezca de pie
¿cómo decirle que desde adentro
con sed homicida disparan los hombres?
En tantas regiones deambulan
solitarios e indefensos tiernos chiquillos
sin comprender por qué de ellos se olvidan
necesitan miradas serenas, brazos abiertos
pero sólo hallan ojos crispados, brazos sin cuerpo
desolados se hallan en cuclillas sobre escombros
sus sienes y corazones palpitando violentamente
El abanico que forman sus manos
después de rodear sus rodillas raspadas
imploran respuestas a su infancia robada
en su mundo sencillo de sencillas razones
no caben en él tan complicados desastres
Los vivos morían sin arrastrar a otros consigo
y los mayores se enternecían al observar a los niños
por eso no es justo, son sólo niños
¿cómo decirles que a los hombres no les importa?