Juntas, nuestras manos recorren
el camino que lleva a la plenitud
buscando ansiosas darme el placer
que me hará estremecer
entre los ríos desbordados
provocados por tus caricias.
Anidan en mi vientre las estrellas
mientras sensual, me acaricias
y me enciendes quemándome,
logrando que mi cuerpo te reclame.
No te detengas más, habítame incesante
al compás de mi vaivén.
Anna Gutiérrez.