Fabricio Terán

Turno

 

los plazos de la muerte no prescriben ni aun

respirando

a través de la sagrada túnica

el agua fluye

pero está envenenada de holocaustos

y así

contemplamos mancharse a la luz

todos

vestidos como sepulturero

con el cuerpo abrigado de aves infernales

 

adelante vemos cómo estalla

algo nuclear

libera una asfixia general

las palpitaciones

están al por mayor y no hay

suficiente fuego

para incinerar a las masas que buscan

carne y cura

turno de la sangre

de calavera

de la angustia irrompible

lo cotidiano de ayer

sería paraíso

a la medida de cada quien

cada quien con sus vivos

perversos

con sus muertos

ejemplares

sus tesoros o ruinas

pero creyendo que mañana todo

estará

intacto como las desgracias

conocidas desde siempre

tan nuestras