Terminó
Se acabó
El tiempo voló
Y el apego se murió.
No podía continuar siguiendo
Pues murió ese sentimiento
Y para mí, eran como los elementos
En el pensamiento de Tales de Mileto.
Antes de irse, le tomé la mano
Mire a sus ojos, y casi llorando
Le prometí que seguiría esperando
Volver a ella, como decía Anaximandro.
Sonrió, y solo me dijo
Que ya no era lo mismo
Que la riña conmigo
Es que nada era relativo.
Que mi dolor era subjetivo
Que había sido elegido
Ahora me veía como amigo
La quería, más no era su objetivo.
Se fue, se marchó
Y vi como aumentó la distancia entre nos
Y fue allí donde dolió
Donde comenzó la jodida depresión.
La habitación se oscureció
El tiempo se paró
Mi alma se quebró
Y mi mundo se derrumbó.
Cierto día, por mi ventana entró
Un rayo de luz e iluminó
Hasta el rincón de mi habitación
Y fue donde mi alma renació.
Ese día algo dentro cambió
Y no hablo de mi habitación
Sino dentro de mi corazón
Mi ser, mi brillo recuperó.
Ahora, supero cualquier obstaculo
Sin tener que ver al oráculo
Pues mi pensamiento se a vuelto maduro
Atentamente Heraclito-El oscuro