ACONTECEN MILAGROS
Cuando ese hombre me abraza
acontecen milagros en mis venas,
su caudal ardiente atropella
estallando en el pulso de mis sienes,
subiendo por mis piernas los ejércitos
impunes, lujuriosos del deseo,
deliro extraviada dulcemente
en su mirada de oveja descarriada
cuando ese hombre me abraza
y acontecen los milagros que nunca antes soñara.
Cuando ese hombre me abraza
acontecen milagros, en mis manos taciturnas
deshaciéndose en caricias errabundas
desde sus sienes ardientes a su plexo.
Hechizados mis ojos y mi boca
termino en sus brazos ebria y loca
saboreando los licores de su cuerpo.
Me convierto en voraz depredadora
cuando ese hombre me aprieta a su pecho
entregándose vencido en su lecho
al paso lento de mi lengua arrasadora.
Y sucede el milagro más hermoso
llenándonos de alegría plena y gozo
en el templo encendido de su cama,
al consumirnos en las ardientes llamas
del amor que se refleja en nuestros ojos.
Angela T Grigera Moreno
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