Hoy una mujer me ha besado en la boca.
El aroma de sus ojos
en mis labios
lame mi herida como algodón de azúcar.
Cada vez que sus besos
me alcanzan en su vuelo
salen de mi vientre
mariposas de luz.
Giran alrededor de tu recuerdo.
Alas negras.
Tu fuego.
Alas secas.
Pero vuelve a besarme
con sus ojos de agua viva
y renace la luz
en mi vientre.
Mariposas despiertas.