El libro viejo, carcamido,
Le hace falta la cubierta,
Después de tantos años
Todavía percibe el aliento
Y el calor de su dueño...
Su esencia juvenil permanece
Sobre la piel arrugada,
Los sonetos de amor apacible
Se mantiene inmutable
Escondido entre sus canas.
Han pasados las edades,
En manos propios y ajenos,
En aquellos que le amaron,
Y aquellos que razgaron
Sus más sensible página.
El libro viejo todavía siente,
El escalofrío del amante,
Las cosquillas y los alagos.
En cada capítulo, una lección
Que enciende la llama eterna.
Autor: Alex Garmer