¿Cuánto tiempo crees
que he de poder seguir
viviendo como un fantasma
entre las sombras?
¡Cuánta angustia siento
que te hayas alejado
de mi lado!
Cuatro días hace
que te llamo y no respondes.
No te considero,
ni nunca te he considerado
una mujer cruel.
Pero tu actitud
hacia mí, no me la merezco.
¡Desearía arrancarte
de mi alma!
Pero no puedo.
¿Podría alejar
de ella a la Virgen María?
¡No, nunca!
No te pido piedad.
Sólo que recapacites...
y vuelve hacia mí.
Sé que me amas.
Entonces...
¿por qué este distanciamiento?
¡Contesta tu teléfono, por favor!
Y eso que me has dicho
que te robaron el celular...
la verdad, no lo creo.
¡Hasta me llegas a mentir...!
¿Arrancarte de mi alma?
¡No, nunca!
Prefiero sufrir,
teniendo en mi corazón
la fe de que has de volver.
No perdamos los últimos años
de nuestras vidas,
estando así, separados...
¡Te amo, como a la vida!
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto- 19/8/2015)