Y así, como si nada, como si todo,
te vas, huyes una vez más de ti mismo,
al huir de mi.
Le temes a la confrontación con lo ineludible,
al inevitable encuentro de lo que eres
y lo que soy en ti.
Que nunca vuelve
porque siempre está.
Ahí inmóvil, donde le dejaste
Yace junto a mi recuerdo
en el pequeño cuarto que se ha apartado
para observarte,
Para recordarte que ahí estoy
aunque no esté.