Allá en mi pueblito olvidado
En un rincón solitario y remoto
Como buscando consuelo
Hay un arbolito, un retorcido Quingual
Su tronco es leñoso y muy duro
Sus ramas nudosas y con bolas
Sus hojas pequeñas y ovaladas
No creo que tenga flores
Arbolito triste y solitario
Poca sombra das, y solo para leña sirves
Tus ramas se despellejan y vuelan
Como papelillos al viento.
Bajo tu débil sombra mis tareas realicé
Bajo tus deformes ramas medité
Con las bolas de tus ramas jugué
Y hasta la cabeza me rompí
Bajo tus ramas y mirando tu soledad
Mi primer poema escribí
Mis torpes versos saltaron
Como avecillas asustadas volaron.
Después de décadas volví
Ahí está mi vetusto arbolito
Solitario como siempre
Olvidado, como mi primer poema.
Lima, 2 de mayo del 2020