Mallez

Hoy

 

Hoy culmina como andariega la noche de un buen día.

 

Hoy no hubo más exigencia que verte así, tan feliz.

 

Hoy fue el mejor día después de muchos días opacados por la incertidumbre, las quimeras y una ausencia que ya no extraño.

 

Hoy te vi apenas a un instante del futuro, en tu madrugada de silencio y reposo, que quise tantos amaneceres con añoranzas, con cánticos matutinos contigo.

 

Hoy, la gravedad de tu cabello me sedujo y la mirada poseída de mis ojos perpretaron aquella oscuridad con ternura e insistencia.

 

Yo quise darte un beso en el resguardo de tu pelo esta noche, mas tú dijiste: ‘será mañana’. Yo lo quise hoy.