Melissa Ospina

Nuestro juego...

Vaya jueguito el que hemos formado, vaya deseo el que nos inunda y vaya cobardía la que nos cobija.

No me interesa saber que buscas de mí, porque sé que al igual que yo no lo sabes,

Nos perdemos de vista un tiempo, volvemos a encontrarnos y las miradas se convierten en nuestro lenguaje principal, las manos inquietas parecen decir lo que la boca se niega a confesar,  la tensión de nuestro cuerpo hace que falta el aire y que nos sobren las ganas de lanzarnos sobre el otro.

Vaya jueguito en el que he entrado, vaya deseo el que me has provocado y vaya la cobardía que tanto me ha frenado a tus brazos.

Tus labios hacen que todo lo que digas pierda un poquito de sentido, tus labios rosas y mojados hacen que los demás se desenfoque, tus labios funcionan como un imán que jala y que me obliga a tomar de ellos sin parar, a saborearlos como si de ello dependiese mi vida.

Créeme que ardo ante tu presencia y tiemblo de nervios cuando me sueles rosar, créeme cuando te digo que haces de mí una excitación total.