En esta noche, me desvelan,
la humedad y el frio,
es esta noche, una noche
de manos vacias.
Las horas se niegan a marcharse,
empecinadas horas
alargando esta agonia.
¡ Ay mujer ...
Caminamos juntos tantos veranos,
tantas primaveras,
tantos otoños e inviernos
impregnandonos los sentidos
en el aroma de la lluvia
sobre la tierra.
Licito me es recordar
como me refugiaba en tus senos
cuando en el camino
abundaban las culebras.
La vida nos da y nos quita
y en esta noche,
me quito tu presencia.
Luis Quevedo.