Hoy desperté con las ansias de verte, abrasarte tan fuerte que mis palabras no fuesen necesarias, mirarnos a los ojos y perdernos cómo se pierde el sol en el horizonte, donde la nada tampoco esté, solos tu y yo, sentir nuestro calor, ese que es más intenso que el mismo sol.
Hoy desperté extrañándote más que nunca, más que ayer, hoy más que todos los días necesito de ti, quiero con mucho anhelo recostarme en tu pecho y sentir cómo se altera el palpitar de tu corazón.
Hoy desperté con ganas de ti, que me beses sin tus labios, que me toques sin tus manos, que me hagas perderme en ti, como esas mañanas, cuando me desbordaba de placer, al escuchar tu dulce voz.