A. Martinez

Soneto obligo.

Un soneto tú pides, buen amigo
y aunque yo, no me veo de poeta
aquí estoy, arrimando ésta cuarteta
y otra vendrá, si no me desperdigo

 

Ya dirás, si he molido bien el trigo
de aprobarlo, que no suene trompeta
cómo dije, se que no soy poeta
y aunque fuera, no ando buscando abrigo

 

Aquí está, como voz que se arrincona
entre los dedos y piel, buscando aire
va saliendo, y el ritmo se amontona

 

Le dejo circular, y que respire
pues casi se ve el fin, y me emociona
salir vivo, con algo de donaire.

 

Eduardo A. Bello Martínez

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