Amanece,
el poblado duerme,
un vagabundo con mirada perdida,
ignora su propia presencia,
solo la búsqueda de algo
lo hace amarrarse al día,
su mirada es la distancia
entre la ausencia y la locura.
En la plaza
soltó globos
atados a su mochila,
algunos se perdieron en las estrellas
enredados en las palmas
parece que sus limites
tienen un vuelo de locura.
Ya nada le duele,
sus heridas abiertas
contiene sueños,
sueños de una libertad
para caminar en las calles,
su locura,
una magia efervescente
una llama solitaria,
expresión suelta que ama.
¿Para qué tanta lógica?
El delirio nace,
desde su primer llanto,
el amor hecho trizas,
espejo de la locura,
amar la locura,
elección más bella,
pero se va el amor
se esfuma lo bello,
la locura queda.
El amor te hace esclavo,
la locura te hace libre,
un poco halcón,
un poco golondrina.
adicto a la locura,
te deja brasas de amor.
La locura parece compleja,
pero es simple
alguna vez, en la vida
hemos tenido,
esa locura
que nos hace los días más bello,
más libre, más inolvidable.
Que invitación más bella,
Vivir días de locura….
Amor.