La realidad me muestra una verdad absurda…
Pero la esperanza surge para enterrar la muerte
Por sobre el antifaz que entretiene a la Vida;
Porque lo amargo es dulce si deja una doctrina.
Mis pasos se cansaron de andar tras de ilusiones,
Apenas me doy cuenta que el sendero es de un vado…
Ahora cambio el rumbo para metamorfosear mi senda
Y gozar los tesoros que me ha retenido el mundo.
Desde la acogedora tumba donde yacen mis sueños
Brotan los esqueletos que me brindan su mano…
Me aterra sólo el verlos… pero extiendo la mía
Porque ellos son la nada que dan Vida a mi vida.
Me distancio del mundo para ver en mi universo…
Porque la razón confunde lo cierto con lo espurio;
No existen ya las dudas… ya no cuentan temores,
Cuando mi paso sigue la voz de mi consciencia.