Los pequeños milagros
nacen en un instante
—donde parecería absurdo que sucedan—
con solo escuchar una nota aislada
de un piano
que un desconocido
está tocando al fondo de un café
lleno de ruido ,
y sin embargo,
es como si el sonido del cosmos
saliera de esas manos
al deslizarse una caricia musical
como la mirada dulce de unos ojos
que no esperas.
Los pequeños milagros
y las grandes leyendas
se inician cuando una simple nota
o una mirada en el desierto de la vida
hacen a un corazón ,
por pequeño que sea
ponerse a caminar
con botas nuevas.