Recuerda si eres cristiano
que ese a quien tú llamas Dios
nació en un pobre pesebre
entre una mula y un buey
sin más techo que un establo
pues nadie quiso acoger
a una familia migrante
sin oro para ofrecer.
Que hubo de huir al destierro
perseguido por su rey
pasando hambre y miserias
hasta que pudo volver
que convivió con los pobres
que a los enfermos curó
que dio cobijo a los niños,
del clero los protegió.
Que fue un rebelde con causa
que predicó la verdad
que fueron sus propias gentes
quienes le hicieron matar
por no doblarse a las leyes
tiranas del opresor,
por no querer darle al Cesar
aquello que era de Dios
Tu que te llamas cristiano
desprecias al inmigrante,
explotas a tus vecinos
siembras el odio y la sangre
y crees lavar tu crimen
confesando y comulgando
mientras los niños se mueren
de guerra, miseria y hambre .
No eres más que un pobre diablo
una escoria, un miserable
sin más dios que tú dinero,
sin pecho en que cobijarte,
un alma en pena que un día
arderás en los infiernos
fundido en tu propio oro,
sin nadie que te acompañe.
¡Reparte panes y peces
da de comer al hambriento
perdona a quien te ha ofendido,
dale consuelo al enfermo!
Defiende al pobre y al débil
de la violencia del fuerte
abre los ojos al ciego
carga su cruz y su suerte.
Y solo, tan solo entonces
podrás llamarte cristiano
porque eres un fariseo
que como Poncio Pilatos
crees limpiar tus pecados
porque te lavas las manos
marcando en una casilla
a quien donar tus legajos
mientras explotas y oprimes
a aquel que llamas hermano.