Como pasa el tiempo Dios mío,
Treinta y nueve años tan solo
Han pasado y no me reconozco,
Es muy dura la vida en su mundo…
Historias de cada cual por separado,
Pero hay un submundo de dolor,
En aquéllos días estaba enamorado
Lleno de pasión libre y de fervor…
Tenía tres amores al mismo tiempo,
Mi Novia formal y dos luceros preciosos
Fui infiel malo y un depredador,
En lo que se refiere al sexo “que años”…
Ahora solo quedan los recuerdos
Que salen de mí ser como lamentos,
Ya que no puedo volver, a esos lagos
Mares infinitos de juventud en aposentos…
Que besos más bellos llenos de dulzura,
Encantados en su sentir y desahogos,
“La vida daría por volver a esa llanura”
Donde el roce de la piel, eran sofocos…
Calenturas llenas de amor en verdad,
No era dueño de mi mismo,
Algo me empujaba, hacia la libertad
Del amor, el placer y la pasión…
Por causas de enfermedad estoy condenado
A vivir sin el placer del sexo y su legado
Pero que le voy a hacer me conformo con todo,
Recordando el ayer lleno de amor, expansionado.
¡Volver al pasado por tan solo un instante y sentirme jovial en todos los sentidos, en el amor la pasión y en el baile!
Modesto Ruiz Martínez / viernes, 30 de julio de 2010