Ya que has llorado tanto, tus lágrimas,
como hojas devastadas en un charco,
debieran constituir
una especie de zafarrancho. Que no
se queden mudas. Crear mil
empalizadas, izar velas, cargar las bodegas
con su sonido salvaje. Que no permanezcan
en el más cruel de los olvidos. Combate
y lucha, tu destino sea.
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