No fue el destino,
No fue el karma,
Fueron los manipuladores.
El karma es la consecuencia
Tardía de las malas obras
De los hombres.
El destino es la sumatoria
De elecciones y actos,
Y la tragedia que me paso a mí
No fue por nada que hice
Y nada de eso lo elegí.
Nada tienen que ver
Las elecciones de los seres,
Esos actos impuestos,
Con el destino marcado,
O las leyes del universo.
Y aun peor,
Las manipulaciones
Son acciones antinaturales
Que quiebran el fluir natural
De los acontecimientos,
Y tuercen el genuino destino,
Nos desvían de nuestro camino,
Producen lo opuesto a lo
Cósmicamente merecido,
E imprecan toda voluntad
Y cercenan el libre albedrío.
No es Dios, son ellos.
Los homúnculos especuladores
Violadores del azar imparcial,
Que el peso de sus ruines y alevosas
Obligaciones sobre otros
Aplasta a los espíritus servidores,
A los humanitarios misericordiosos.
Intentando arrastrar consigo
Los nefastos y obvios reduvios
Que siempre serán barridos
Bajo efusivos y veraces efluvios...
JULIETA IALLORENZI
PATENTADO EN SADAIC Y DNDA
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