En el mar de los tiempos,
horas inciertas asoman con cada ola,
sobre un calmo destino de una mirada azul,
infortunios yacen detrás de las sombras.
Escondidos los minutos cuentan historias,
llenas de instantes agolpados en cada recuerdo,
sigilosos detrás de algún reloj esperan,
sin agujas, sin arena, sin nada.
Ausencias pregonando un sentir presente,
retumban en la inmensidad de un camino,
que se hace polvo al andar,
en el reino de todos los silencios.
El río escucha un cantar en sus orillas altivas,
un idilio olvidado flota sobre su cauce,
el momento viaja sobre un espejo que mira al cielo,
una mirada casual, lo abraza en su alma.