Urquiza

POEMA 1050

La hija de vida es escrita con tinta

que se hace agua de río

para beberla lentamente

como observando un paraíso

y logrando saciar la sed

e inventando un nuevo futuro para creer.

 

 

La mano que escribe, amante y permisiva

se ancla en las palabras del otoño

y dibuja anónimamente la cara del nuevo día.