Leandro

No ha cesado de llover

Triste las sobras inundan este río caudaloso

El puerto frío embriaga las gentes cansadas

Y yo casi aturdido, de esta torpeza que me lleva

Sigo escribiendo garabatos que se enredan

Entre las cortinas negras de nuestro cuarto

 

Me dejaras acá, atormentando las flores,

La primavera quiere venir entre las rocas,

Mientras yo pretendo olvidar lo ya olvidado

Aunque cueste la sangre y las bienaventuranzas

Y el racimo de las nubes que cubren mi cabeza

 

En poco se ha vuelto a caer el cielo, donde

Esta luna no comparte con las estrellas,

He estado, digo sin mirar más que la nada,

Aterrorizado de que olvides ingenuamente

Que al veneno de tus besos sucumbiré eternamente

 

La duda de las cosas palpita en las pupilas

¿Cómo conquistar la desventura sorda de la pena?

¡La niebla es tan densa en estos días!

Se muele el orgullo como el maíz en la piedra

Yo acá solo soy un pedazo de papel donde escribir

 

¡Desata mi alma con tus manos de seda!

¡El errático abrazo de las estrellas que agonizan!

¿Te irás?, ¿no devuelve acaso el amor la vida?

Las tardes, estas tardes de insomnio sombrío

La lluvia no ha cesado desde hace varios días.