\"Si en la calle está la muerte,
quien pueda, mejor no salga\".
Que este consejo nos valga
y nos proteja la suerte!
Así ha quedado expresado
en medios informativos:
“La calle es un enemigo
con virus por todos lados”.
Bien sirven las cuarentenas
para impedir que enfermemos,
evitan nos contagiemos
aunque no siempre son buenas.
Ya que el quedar confinados
en las casas, tanto tiempo,
es un duro mandamiento
y nos tiene harto cansados.
Rendidos y despistados
sin noción de fecha o día,
se nos va yendo la vida
con los nervios desgastados.
No es bueno para ninguno
tamaño y brutal encierro,
semejándose a un destierro
que estremecerá a más de uno.
Dura condena maldita
nos trajo esta peste ruin,
que no encontramos su fin
ni aún con agua bendita.
Por suponer de algún modo
creo que está en su final;
y espero, más bien que mal,
que no nos liquide a todos.
Y cualquiera sea el sino,
en libertad o encerrados,
con suerte vamos librados
de arribar a buen destino.
Finalmente no podremos
salir del todo campantes...
habrá un cambio en nuestro seso
y no seremos como antes!
Jorge Horacio Richino
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