Al pasar por ese jardín
Contemplé una temprana rosa,
Muchísimo más primorosa:
Terciopelo y seda carmín;
Me dije, eso eres para mí,
Una flor que siempre rebosa
De una ternura, que me acosa,
Muda promesa a ser feliz;
Soy roca cercana a ese mar
Que moja un terreno vecino;
Pero no la puedo tocar,
Un coral siempre es su destino:
Déjame en sus aguas saciar
Esta sed ya vuelta un espino…