Raul Gonzaga

Me muero de sed por tus olas


Al pasar por ese jardín
Contemplé una temprana rosa,
Muchísimo más primorosa:
Terciopelo y seda carmín;

Me dije, eso eres para mí,
Una flor que siempre rebosa
De una ternura, que me acosa,
Muda promesa a ser feliz;

Soy roca cercana a ese mar
Que moja un terreno vecino;
Pero no la puedo tocar,

Un coral siempre es su destino:
Déjame en sus aguas saciar
Esta sed ya vuelta un espino…