Ben-.

Salomón-.

Vagamente unidas

como un resplandor uniforme

caminan despacio las ostras del mediodía

entretejidas vientos furiosos néctares consentidos

milicias asesinas, ese espacio concomitante donde

un perfume duerme su osadía de vegetal administrado.

Tercamente unidas

como fósiles desaparecidos en una prehistórica cabaña

esas cenizas voluptuosas que acarician un seno desnudo

y el placebo de las ridículas golondrinas.

Rectifican las rigurosas mediciones de antiguas valentías

queman en la lengua, las letras de un alfabeto dorado.

Me quemo yo también, entre pistas de asfalto venidero.

Como pieza inmóvil de un ensamble de afluentes,

los meandros permanecen bailando sobre el desfiladero.

Vagamente unidas

como caracoles anunciados las huestes del rey

planean sobre miserables tentaderos de asco, súbitamente

la lengua, retorna a su mineral profundo.

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