Son tus ojos de esmeralda,
piedras donde se fundamentaba mi amor.
(Allí, donde el tiempo se detenía.
Allí, donde construía mi morada)
Luego fueron piedras de tropiezo,
porque iba y volvía mas no me querías.
(Allí, donde caía derrotado.
Allí, donde la realidad me hacia añicos)
Ahora, son piedras en el fondo del río del olvido
donde son ahogados los recuerdos,
porque tus ojos nunca fueron míos.