Llego desde lejos
sin saber
que a esta altura
el sol sigue besando
el verde cesped en mi casa
como antes...
y descubro de pronto
otra arboleda
otra agua
otra piedra abrazada
a otra piedra.
Sigo las huellas de la tierra
La negra tierra exultante.
En el cielo tan azul
tan Argentino
se apretó con ganas esta atmosfera
colmada de oxígeno.
no se seguir:
llego de lejos
a vivir aquí
donde el mar lejos espera,
y las monatañas
como siempre vuelven
a llenar sus cabellos de blanco
y me esperan.