Kinmaya

Injusticia

Nunca encontraré una noche más oscura que la injusticia,

cubre los tiempos de cenizas,

mientras el puño crispado de la paz se alza lejana,

 esperando su eterna gloria.

 

Como furtiva marea, la sangre escapa de las venas,

los mares más enjundiosos se retiran,

elevando la furia que llama a los dioses,

los cielos nos quedan mirando.

 

El alma se levanta confusa,

un sollozo que se esconde en un frágil rincón,

aquello que nunca debió suceder en palabras ardientes,

un halo de vergüenza soslaya el andar detrás del miedo.

 

Maldades que persisten injustas,

algunas no se desvanecen ni en los sepulcros mas olvidados,

superan las maldiciones ya existentes y renacen,

las noches se hacen más largas y más oscuras.

 

Insondables los misterios pueden trascender,

un instante íntimo viajar hacia la inmensidad,

pero la injusticia yace inmóvil y doliente,

en los rincones más humanos del alma;

un lugar donde la piel es lo que menos importa.

 

“Aunque me canse de mirar, sé, que todas las miradas caerán en el mar de las horas, más nunca será olvidada. Jamás.”