Bastó una mirada que logró,
que un pensamiento fuera mas allá,
de la cordura, los prejuicios,
o de lo que hoy le llaman
mujer de los gustos frescos.
Una sonrisa que se mantuvo firme,
mientras la respuesta le cantaba
es bella, es bella,
nos pusimos al mismo tiempo,
pintando acuarelas.
Que nos envió en otros años, la vida,
demorando tu llegada, oh joven mío,
mas no es impedimento y sí muy sano
que juntos nos encontremos bailando
rompiendo todas las reglas.
Y mientras danzamos
dejemos a la gente que hable
mientras nos amamos
dejemos al mundo arder,
\"Qué dicha\"
Que para ser feliz no existe un límite,
que la que uno vive o se exige,
grandes distancias en el tiempo,
tan lejana y que se acorta bien
en un momento.
Bea Ramírez