Lydia Gil

Mi vieja muñeca

 

A la reina de la casa,
Se le olvidó el olvido,
Se le olvido el recuerdo,
Que de ella misma tenía,
Asomada ante el espejo.
A la reina del hogar,
Se le olvidaron
Todos los rincones,
Que en su día dio de mamar,
A su niña y a sus dos varones...
Y entre tejedoras y botones,
Tratan de hilvanarse,
Y salir sus recuerdos a flote.
Algunas noches más,
Algunas noches menos,
Te echo a veces de menos,
Sin poderlo remediar.
A la reina de mi casa,
Se le perdieron los recuerdos,
Y busca sin mirar ni ver,
Dónde los ha podido esconder,
El capitán del barco del no saber.
Si fue hoy o fue ayer...
Pero a la reina de la casa,
Siempre, siempre le recuerdo,
Que por muy lejos que se vayan
Todos esos momentos,
Los que guarda el corazón y el alma,
Siempre, siempre...Estarán impresos.
A la reina de la casa,
Con mi mayor deseo,
Que nace de dentro:
Te Quiero...
Te Quiero...
Te Quiero.

 

Lydia Gil