El amor es un tema tan viejo como el tiempo, pensado por miles y sentido por otros miles, atrapado tan dentro de nosotros que sabemos que está, pero aun así no lo entendemos a cabalidad.
¿Para mi que sería? Amar es como ir en alta mar, uno se surca en un mundo desconocido, cambiante, que solo fluye. Puede ser una amable compañera o un traicionero enemigo. Al final muchos naufragan y se pierden, otros encuentran mundos únicos llenos de belleza, otros viven en el sin rumbo, otros buscan sin parar, pero no encuentran nada.
Amar es tan difícil que pocos lo entienden, menos lo logran sentir, pero un número muy privilegiado llega a vivir para lograr ambas cosas, amar es complejo porque entras en un universo tan diferente al propio que te hace sentir caminando por la luna, pero tan bello que sientes como si estuviera atardeciendo con el sol en el horizonte, el cielo con tonos naranjas y rojizos corriendo por ahí. Es un arte tan complejo donde admiramos a otro, donde rompemos nuestro ego al punto de sobre poner al otro, es una rendición de ser nosotros lo más importante, donde el deseo lo controlamos para no poseer al otro, para que siga siendo un sujeto sin convertirlo en un objeto. El amor rompe tanto el pensamiento que a veces el acto más irracional es cometido por él, por eso el entenderlo es difícil porque es el acto tan irracional que se vuelve en algo racional.
Al final el amor lo sentimos con el espíritu, se convierte en un acto tan incontrolable y difícil de pensar, se vuelve en el viento que corre en nosotros nos da vitalidad sin verlo, aunque lo neguemos lo necesitamos y con él nos transformamos en lo mejor de nosotros mismos.