Alexander Vortice

ACEPTABLE

Entregarle al emblema de la muerte

mi crisma de ensoñaciones no es un problema,

a no ser que las balas rocen mi silbido y que el aire

agonice en chorros de miedo y/o pavor.

Conseguir una resolución cuando ya no hay piedras

con punta de oro y cristales crispados por la demencia

es tan difícil como gritar en paz, en armonía…

Entregarte como prisionero de mi congoja

no es aceptable en tiempos de vencimiento definitivo,

no es aceptable cuando sé que tú también

posees un malestar impenetrable.