En la soledad
la sonrisa fingida se esfuma.
Los ojos pesados
no quieren consuelo.
Solo quieren cerrarse
y aferrarse al anhelo
de ver tu imagen
aunque sea en sueños.
¿Tendré que soltarte
para qué duela menos?
La tristeza ronda
y susurra a mi oído…
Déjame quedarme,
aun no es momento.
Lau