Miguel Ángel Cisneros

Hacia atrás

A través de rejas que mantienen

cautivas las memorias, lo veo,

en los rincones de sus arrugas

-jeroglíficos de innumerables

batallas contra sí mismo-.

 

Cubre sus hombros con una ruana,

para engañar al clima y a los deseos de

haber estado en otro lugar.

 

Con él nunca se habló de pecados,

tal vez en otros tiempos, pero no

en los míos, porque su piel

ya no tenía tacto.

 

Solo puedo verlo a través de las

rejas, porque si abro los ojos,

su imagen se desvanece.